Los niños y niñas de la clase deciden hablar con el tutor para explicarle lo que está sucediendo entre Carlos y Juan. Creen que es mejor decirlo, ya que así evitarán que Juan se meta con ellos. Si van en grupo será más fácil que si va uno solo.
Solución 2:
Los niños y niñas de la clase le dan su merecido a Juan y a sus amigos. Lo mejor es pagarles con la misma moneda. El tutor les ha reprendido muchas veces, pero no sirve de nada porque después se vengan del niño o la niña que se ha chivado. A Javier le quitaron la merienda y le han robado el dinero para chuches; a Pepe lo encerraron en el baño para que no pudiera entrar a la hora, y a muchos más niños y niñas nos insultan o nos tiran escupitajos. Lo mejor es una buena paliza, ¡para que aprendan la lección! Somos muchos más que Juan y su pandilla. Así nos tendrán miedo y nos dejarán en paz.
Solución 3:
Todos los demás niños y niñas evitan hablar de la situación para no complicarle la vida a Carlos.
Casi mejor no decir nada y evitar tener problemas con Juan. Una vez, a Juan lo expulsaron una semana por pegar a una niña en el recreo y él y su pandilla se dedicaron a perseguir a la niña por la calle y a tirarle piedras. Todos vivimos en el mismo barrio. Mejor no decir nada; si lo hacemos, no podremos jugar en el parque.
Solución 4:
Juan es un niño que va a la misma clase que Carlos y que muchas veces se burla de él. Muchos niños y niñas le siguen “el juego” riéndole sus bromas; si formas parte de su pandilla no te pasa nada. Antes de que sucediera lo del cuaderno, las primeras veces que Juan se metía con él, Carlos se lo decía al tutor
(Juan había tenido que pedirle disculpas después de que éste le llamara la atención). Sin embargo, Carlos no ha dicho nada de las posteriores agresiones (ni a sus padres, ni a su tutor) ya que Juan y su pandilla le amenazaron con hacerle algo peor si volvía a chivarse. Esta vez, después de lo del cuaderno, Carlos ha decidido hacer lo mismo: no contárselo ni a su tutor ni a sus padres.
